Cada vez que tu nave espacial aterriza en un nuevo planeta, encontrarás un mundo para explorar en el que puedes recorrer, resolver puzzles, realizar misiones secundarias y encontrarte con oleadas de referencias de la nostalgia clásica de Mario. Sin embargo, controlar a estos personajes icónicos de Nintendo aún nos lleva a realizar comparaciones poco halagadoras entre éste y los juegos de Mario que conocemos y amamos, en los que los personajes se mueven en una forma innata y satisfactoria.

A medida que tu banda variopinta de Rabbids y personajes de Nintendo se mueven a lo largo de los seis mundos temáticos, no se puede evitar notar la ausencia del toque hábil de Nintendo. Al llegar a las icónicas monedas de oro, sentimos ese clásico sonido, pero falta la alegría que traen. El movimiento es lento, Mario no puede saltar y falta ese sentimiento de recolectar las monedas y todo lo que puedes encontrar en el mundo.

Sin embargo, donde Sparks of Hope falla como un juego de Mario, sí logra triunfar como un juego de batallas por turno. Los encuentros llevan a nuestros protagonistas a mover a su equipo de coloridos personajes en un espacio completamente 3D, permitiendo un rango mayor de control y tácticas que el enfoque anterior basado en cuadrículas. Corriendo de tapa a tapa para cubrirse y derrotar a los cada vez más hábiles oponentes es un asunto táctico sorprendentemente adulto.

Por otro lado, la narrativa que amarra todo esto no es tan atrapante. Los intentos por producir una aventura para toda la familia, que no no hará que los adultos se resistan a los resbalones de la cuerda floja tonal. Desde chistes cursis a una historia derivativa y simplista, el juego se siente como un mundo hecho para una audiencia más joven, que es hogar de un juego hecho para gente más adulta.

Gracias a la diversidad de enemigos, personajes jugables que se sienten diferentes al llevarlos y los parámetros de misión que cambian constantemente, incluso con sólo 15 horas de juego adentro, las batallas nunca aburren. Es una lástima que el jugador se vea forzado a pasar tanto tiempo afuera de estas espectaculares escaramuzas. La falta de cohesión del gameplay y de calidad Nintendo es difícil de olvidar, y la recreación de Ubisoft de Mario se siente extraña.