Luego de un breve tutorial, The Battle of Polytopia deja a los jugadores libres para que tomen posesión de un mapa lleno de enemigos potenciales. Los jugadores toman el control de una de varias civilizaciones para intentar expandir su imperio a todos los rincones de un mapa que de a poco se va llenando de elementos. Se puede jugar contra la IA u otros jugadores en línea.

La mayoría de las acciones que se podrían esperar de otros juegos 4x están aquí. Se puede armar una unidad, hacer mejoras o explorar el mapa. También hay un árbol de habilidades en el que se pueden invertir estrellas, las que se obtienen de las ciudades luego de cada turno.

Desafortunadamente y debido a que cada civilización tiene acceso al mismo árbol de habilidades y que producen rápidamente las estrellas necesarias, en las etapas más avanzadas, el juego se torna en un ir y venir un poco frustrante en el que las dos civilizaciones restantes tienen la misma fuerza. Eso no quiere decir que el juego no sea divertido en ese punto, pero el sistema tiene una falta de profundidad que hace que estas rondas sean un poco repetitivas y sin la emoción de los inicios.

La jugabilidad de The Battle of Polytopia se siente y juega como una introducción al género 4x. Incluso los juegos con grandes mapas, no tomarán más de algunas horas, a menos que te veas en un estancamiento de largo aliento con un oponente. Hay un punto intrigante en el balance del juego, donde la única diferencia real entre los líderes mundiales es la tecnología con la que inician el juego, sin embargo, cada jugador obtiene sus mejoras tan rápido que no hay mucho potencial para obtener una ventaja de esta forma. Les hace falta una personalidad distintiva que les dé mayor personalidad, lo que no entrega mayor incentivo para atacar a alguien que no esté cerca.

La presentación básica del juego, con polígonos estilizados que representan las diferentes unidades y terrenos es en su mayoría efectiva, a pesar de que hubiera sido genial la incorporación de una manera de rotar la cámara para que algunas unidades o construcciones no se escondan detrás de las ciudades en las etapas finales de las partidas. El mapa rápidamente se vuelve demasiado abarrotado con unidades compitiendo para abrumar a los enemigos bien atrincherados y el estilo artístico no le hace ningún favor al jugador en ese punto.