En términos de rendimiento, el juego funciona extremadamente bien en PlayStation 5, con una calidad de juego fluida y consistente. Sin embargo, visualmente, el juego no ha cambiado mucho con respecto a su predecesor, Modern Warfare 2. A pesar de estar disponible en ambas generaciones de plataformas, la falta de mejoras visuales da una sensación de estancamiento y deja a los jugadores deseando más innovación.

Cuando se trata de mapas, los mapas de moshpit se llevan los elogios por su diseño y flujo de juego. Se sienten fluidos y recuerdan a los días clásicos de Modern Warfare 2, ofreciendo una experiencia agradable. Sin embargo, el mapa de la Guerra Terrestre y la Planta de energía Popov se quedan cortos. El contraste entre este mapa y los clásicos es discordante y el estilo de juego parece fuera de lugar. El modo consiste principalmente en francotiradores y carece de juego de objetivos estratégicos.

A pesar de estas desventajas, Call of Duty: MW3 parece ir en la dirección correcta. El juego ofrece una variedad de armas y recupera la fórmula clásica del mapa de tres carriles. El movimiento resulta familiar pero modernizado, lo que crea una sólida experiencia de juego. Para los jugadores que quieran volver a visitar los juegos Call of Duty de la década del 2010, esta nueva entrada parece prometedora.