Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion, para darle su título completo, te coloca en el papel de Zack Fair, un mercenario vivaz, arrogante e impresionantemente habilidoso que trabaja para un grupo paramilitar llamado SOLDADO, que existe para defender los intereses de los compañía hegemónica de energía eléctrica Shinra. Aunque Shinra es, por supuesto, la megacorporación nefasta que patea cachorros que esperarías que fuera, Zack realmente sueña con ser un “héroe” y quiere hacer lo correcto. Sin embargo, su mundo comienza a desmoronarse cuando un agente SOLDADO de alto nivel llamado Génesis se rebela y se opone a Shinra. Lo que sigue es un viaje cada vez más extraño a un mundo de extraterrestres, clones y modificaciones genéticas que de alguna manera logran mantenerse coherentes y atractivos en todo momento.

Aunque esta narrativa ciertamente presenta la escritura tonta de la serie en su máxima expresión, son los momentos sinceros entre los personajes clave los que hacen que valga la pena. Por ejemplo, Zack idolatra a su mentor Angeal, un SOLDADO estoico pero compasivo que empuña la icónica Buster Sword, y ver cómo esta relación va y viene a lo largo de la historia realmente te mantiene interesado cuando otro hilarantemente El villano angustiado que lee poesía te hace poner los ojos en blanco. No se equivoquen, algunos de los escritos y personajes aquí son como algo que esperaría encontrar garabateado en el cuaderno de fanfic de un estudiante teatro malhumorado, pero la forma en que todo se une al final de alguna manera evita que Crisis Core se sienta francamente tonto.

Como juego portátil, Crisis Core fue diseñado para jugarse en partes pequeñas. Hay diez capítulos centrados en la historia en los que puede participar y cada uno tarda aproximadamente una hora en completarse, pero en cualquier lugar a lo largo de ellos puede elegir participar en misiones a través de puntos de guardado. Cada uno de estos tiene solo unos minutos de duración y, por lo general, solo te asignan la tarea de explorar una zona pequeña y matar a una cierta cantidad o tipo de enemigos. Cada zona en la que ingresas generalmente tiene algunos cofres del tesoro escondidos alrededor de sus pasillos, y ocasionalmente serás interrumpido mientras exploras por el inicio repentino de una batalla aleatoria. Es posible que algunos no disfruten tanto de esta configuración basada en misiones de “parar y seguir”, pero sentimos que había recompensas adecuadas por eliminar misiones, y proporcionan una buena distracción de la narrativa principal de vez en cuando.

El combate de Crisis Core toma la forma de un hack ‘n’ slash centrado en la acción, que nos recuerda a la serie Kingdom Hearts con su vistosidad. Apretar el botón ‘Y’ suele ser todo lo que se necesita para cortar a la mayoría de los enemigos en cintas, con cada golpe siempre puntuado por un movimiento de pantalla satisfactorio y un ligero ruido del controlador. También tienes una selección de ataques mágicos y ataques especiales que puedes desplegar a voluntad para explotar las debilidades del enemigo, aunque estos ataques están limitados por tu MP o AP disponible. Crisis Core puede parecer un poco simplista en la práctica, entonces, pero descubrimos que la emoción de su ritmo rápido compensa con creces cualquier superficialidad que pueda haber en su mecánica de combate.

Un elemento clave tanto del combate como de la progresión es el DMW, o Digital Mind Wave, que es una máquina tragamonedas literal que ejecuta constantemente varios números e imágenes de personajes en la esquina de la pantalla durante el combate. Si las ranuras caen en ciertas combinaciones de números, obtendrás beneficios aleatorios en la batalla, como no recibir daño físico o hacer que todos los hechizos cuesten temporalmente cero MP. Si las máquinas tragamonedas aterrizan en la imagen de un determinado personaje, recibirás un poderoso ataque de límite o invocación para infligir un dolor masivo a tus enemigos.

Al principio, se siente un poco extraño tener esta variedad de beneficios completamente aleatorios y poco confiables que podrían o no ayudarlo en esta pelea, pero lo encontramos inofensivo en la práctica. No tienes que cuidarlo o interactuar directamente con él durante una pelea, por lo que si ajustas tu estrategia de lucha para simplemente no tener en cuenta la existencia del DMW, entonces cada vez que realmente hace algo a tu favor, se siente como un bono genuino.

El DMW también es responsable de toda la progresión directa de tu personaje, lo que se siente como una devolución de llamada interesante a la serie SaGa. Toda la materia de Zack e incluso su nivel general solo se pueden subir de nivel si los números de DMW se alinean de la manera correcta. Si hay una materia específica que estás tratando de maximizar para una fusión o si quieres aumentar un poco el nivel de Zack para asumir una misión más difícil, bueno, tendrás que esperar hasta que el DMW decida dar los golpes de poder que estás esperando. Esto puede sonar exasperante, pero sospechamos que hay un cálculo mucho más lineal ocurriendo en algún lugar detrás de escena, ya que nunca sentimos que el nivel o la materia de Zack no fueran suficientes para cumplir con las demandas de un nivel de dificultad determinado.

Aunque gran parte del progreso de Zack está ligado a la DMW, todavía se te da algo de control sobre su construcción mediante el equipamiento y la fusión de materia. Cada materia corresponde a un hechizo, habilidad o parámetro de estadística diferente, y no tienes tantos espacios disponibles como materia. Es divertido diseñar cargas específicas para diferentes tipos de misiones, y disfrutamos que hay una sensación significativa de progreso con el tiempo a medida que construyes tu colección de materia y adquieres gradualmente variedades más poderosas. Además, una vez que haya alcanzado el nivel máximo de una materia (o simplemente tenga demasiadas), puede fusionar dos para crear una variante nueva o más poderosa. Este sistema hace bien en compensar la aleatoriedad del DMW; juntos se sienten como un medio perfectamente equilibrado para impulsar el crecimiento del carácter.

Al ser una nueva versión, Crisis Core se ha beneficiado claramente de tomar prestados varios activos y diseños de la reciente revisión de Final Fantasy 7. Aunque los modelos de personajes a veces pueden tener ese aspecto de ojos vidriosos, aquí nos impresionó la fidelidad visual. Ya sea que esté luchando contra Ifrit en las profundidades de un volcán ardiente o explorando el pintoresco pueblo de Banora, hay muchas texturas de alta resolución y lugares variados en exhibición que hacen que se sienta más como un puerto ligeramente reducido de un juego de generación actual. .

La resolución nativa obviamente hace que todos los modelos y entornos se vean un poco “suaves”, pero esto se parece mucho a un juego que no debería funcionar en Switch tan bien como lo hace. Puede funcionar a solo 30 FPS, pero esa velocidad de fotogramas se mantiene fluida independientemente de lo que suceda en la pantalla, que a menudo es bastante. Cada movimiento de la espada de Zack está acompañado por una variedad de chispas y animaciones llamativas para realmente vender cada golpe, mientras que las animaciones de invocación son casi cómicas por lo exageradas que pueden ser. Aplaudimos a Square por sus esfuerzos aquí, muy lejos de la decepcionante situación en la nube con los juegos de Kingdom Hearts en Switch.