Dragon Quest Treasures cuenta la historia de los jóvenes Erik y Mia, quienes fueron presentados por primera vez en Dragon Quest XI. Insatisfechos después de haber sido adoptados por los saqueadores y fiesteros vikingos, el dúo decide escapar del barco y salir por su cuenta para convertirse en grandes cazadores de tesoros. En el camino, liberan a un dúo de extrañas criaturas aladas y se topan con las Dragon Daggers, armas encantadas que los transportan al reino de Draconia, donde la búsqueda de tesoros es una forma de vida. En algún lugar de estas islas flotantes se encuentran los artefactos legendarios de Dragonstone, y Erik y Mia los obtendrán todos, junto con una cantidad absurda de reliquias míticas que esperan ser desenterradas.

A diferencia de la serie principal de Dragon Quest, que se basa en turnos y en menús, Dragon Quest Treasures es un juego de rol de acción. Jugando como Erik o Mia (que son funcionalmente idénticos), exploras una de varias islas grandes de mundo abierto, derrotas enemigos, completas misiones, reúnes materiales y, lo más importante, descubres esos dulces y brillantes cofres de oro y plata. Cuantos más tesoros encuentras, más notoriedad obtienes, y más su base, inicialmente una estación de ferrocarril mágica decrépita, se convierte en una sede fabulosamente llamativa. Esto también abre más elementos de juego, además de revelar pistas sobre la ubicación de las escurridizas Dragonstones. Si bien puedes explorar el juego libremente a tu propio ritmo, algunas partes están bloqueadas en función de la cantidad de tesoros que hayas acumulado.

Draconia tampoco es un territorio diminuto. Las áreas a las que puede ir son sorprendentemente grandes y están llenas de características geográficas distintas, y contienen sólo unos pocos puntos de viaje rápido desbloqueables en forma de estaciones de ferrocarril. Los tesoros que aparecen cada vez que visitas un área son aleatorios, lo que te anima a volver a visitar territorios bien transitados y aventurarte a nuevos lugares. Con su capacidad de carga de tesoros restringida y los enemigos de alto nivel que limitan su capacidad de exploración, generalmente se necesitan varios intentos antes de que se logre sondear por completo una región. El tamaño de estas áreas es impresionante y el juego funciona a 30 fps la mayor parte del tiempo, pero tiene un costo: La geometría de los entornos tiende a parecer extremadamente simplista y las texturas están visiblemente pixeladas y embarradas.

Erik y Mia están en desventaja, ya que no tienen el sexto sentido para localizar tesoros que tienen los draconianos nativos. Afortunadamente, pueden pedir ayuda a los lugareños. A medida que su nueva pandilla de cazadores de tesoros gana fuerza, los monstruos que encuentran solicitan la membresía y pueden ser reclutados como miembros del grupo como NPC. Tus monstruos reclutados son muy importantes: Luchan junto a ti en el combate, te ayudan a navegar por el entorno usando habilidades especiales “fuertes” (como deslizarse, saltar alto y excavar bajo tierra) y, lo más importante, pueden alertarte de la presencia de un tesoro Erik y Mia tienen un uso limitado de una brújula para encontrar una ubicación aproximada del tesoro de alto nivel, pero cuando estás realmente cerca del premio, los monstruos pueden darte “Visiones del tesoro” de la ubicación exacta. (Sin embargo, la vista de un monstruo no es exactamente igual a la de los humanos, por lo que las cosas aún pueden parecer bastante extrañas; por ejemplo, la visión de un monstruo con una mano embarrada parece tener una película pegajosa rociada sobre él, mientras que la armadura viva solo puede ver a través de la ventilaciones de su casco) También puedes encontrar ubicaciones exactas de tesoros de nivel medio mientras deambulas, aunque, dado que la capacidad de carga de tesoros es limitada, puedes optar por saltarte los cofres de plata a favor del oro generalmente de mayor valor. Más adelante en el juego, también tendrás que defenderte de bandas rivales que atacan en mitad de la exploración para robar los bienes que tanto te ha costado ganar.

La exploración gradual de entornos grandes y variados y una bóveda de objetos de valor en constante crecimiento lo convierte en un ciclo de juego muy agradable. Es gratificante ver cómo crece y se expande tu cuartel general, mientras tus filas de monstruos aumentan con reclutas de alto nivel y tu vitrina se llena con algunos de los artículos más legendarios de la serie Dragon Quest. El encanto se ve reforzado por la atmósfera cálida y acogedora que impregna toda la franquicia de Dragon Quest, incluida una localización repleta de diálogos ágiles y juegos de palabras. Dragon Quest Treasures simplemente se siente bien para jugar.

Desafortunadamente, un elemento del juego hace todo lo posible para arruinar el estado de ánimo. El combate es fácilmente la peor parte de Dragon Quest Treasures, y es una parte inevitable de la exploración y la progresión. Tú y tus monstruos controlados por CPU toman parte en batallas, que suceden en tiempo real en el mapa mundial. Erik y Mia están armados con sus Dragon Daggers, que ofrecen solo una cadena de combos de ataque básico. Si bien tienen un grupo de MP, su magia solo se usa para curarse a sí mismos. En cambio, los ataques especiales vienen en forma de una honda de largo alcance, en la que puedes cargar munición (en forma de perdigones) y disparar. Los gránulos son la única forma en que puedes acceder a diferentes formas de daño elemental, y tratar de abrirte paso a tientas en el menú de gránulos para encontrar esa roca que golpeará la debilidad de un enemigo es una molestia. Para empeorar las cosas, también curas y mejoras a tus monstruos a través de gránulos especiales. Tratar de apuntar un montón de rocas a tus monstruos en constante movimiento en medio de la batalla para curarlos o aumentar su defensa te hará desear un sistema de habilidad de acción/RPG más tradicional.

Tus monstruos actúan por su propia voluntad, y tú sólo puedes emitir comandos básicos de “ataque” y “retroceder”, que no siempre parecen ser atendidos. Su IA es generalmente decente, aunque cuando falla, se vuelve bastante frustrante: un gran defecto es la falta de un sistema de bloqueo para que todos apunten a un enemigo problemático específico. El gran problema, sin embargo, es que ver a tus monstruos rodar, aplastar, tambalearse y lanzar hechizos hace que te des cuenta de lo limitadas y aburridas que son tus propias habilidades de combate. Constantemente se siente como si tus amigos de la CPU se estuvieran divirtiendo mucho más que tú durante las peleas, y esa sensación de debilidad nunca desaparece del todo. Incluso con la habilidad especial “Wild Side” que aumenta tu velocidad, daño y tasa crítica no es tan genial y efectivo como los ataques cinemáticos especiales “Unleash the Dragon” de tus monstruos.