El juego se centra en Alex Chen de 21 años, quien ha pasado casi una década rebotando de un hogar de acogida a otro. Pero todo eso está a punto de cambiar: Ella está lista para irse a vivir con su hermano en un idílico pueblo en Colorado. Es un lugar excéntrico y encantador, con una increíble tienda de discos, un bar administrado por un hombre lleno de sabiduría, una especie de consultorio con un estudio de arte en la parte de atrás e increíbles vistas a la montaña desde donde mires. 

Lo que le da a esta entrega un aire muy Life is Strange, se debe a una combinación de gameplay y tono. Si nunca has jugado alguno de estos juegos, son esencialmente dramas interactivos, donde pasas igual cantidad de tiempo mirando cómo se desarrollan los eventos e interactuando con ellos. Las interacciones son básicamente dos: Tomar decisiones e investigar. A menudo el juego te presentará una opción binaria que influye en cómo la historia se desarrolla, o como un personaje reacciona a Alex. Esto puede ser intervenir en una discusión doméstica o escoger con quien coquetear, en este caso, True Colors te presenta dos opciones románticas bastante atractivas, entre las que será difícil escoger. 

True Colors también hace un gran trabajo en el ritmo y tono del juego. Hay momentos en los que la acción es tan rápida y hay que tomar una decisión difícil en un segundo, lo que hace que las emociones estén realmente al máximo. En otros momentos, puedes simplemente pasar el rato en un muelle y meditar sobre la vida. El juego te permite relajarte cuando lo necesitas, tanto en momentos, como en personajes, para que puedas realmente comprenderlos. Las cosas también pueden volverse increíblemente oscuras, particularmente en los últimos capítulos, cuando Alex debe confrontar conflictos internos, tanto de sus amigos como de ella misma. 

El formato de antología ha ayudado a mantener Lifes is Strange fresco, a lo largo de sus tres entregas, pero también tomando un gran riesgo. Esta serie recae mucho en cuánto te involucres con los personajes, estas historias funcionan, pero porque uno, como jugador, ayuda a que personajes como Max Caulfield y Sean Diaz vivan una mejor vida. Afortunadamente y pesar de un nuevo escenario y protagonista, este es un juego lleno de encanto. Puedes jugarlo completo en una o dos sesiones y no sólo para enterarte de cómo va a terminar la historia, sino también porque vas a querer asegurarte de que Alex estará bien.