Review: Ninja Gaiden 4 para PS5

Ninja Gaiden 4: El renacer de una leyenda bajo dos filosofías del combate moderno.

RYU ESTÁ DE VUELTA

El regreso de Ryu Hayabusa no sólo marca el renacimiento de una franquicia legendaria, sino también el encuentro entre dos escuelas del diseño de acción japonés. Ninja Gaiden 4, desarrollado conjuntamente por Team NINJA y PlatinumGames bajo el sello de Xbox Game Studios, se presenta como un híbrido de precisión técnica y espectáculo cinemático, una unión improbable que logra mantener la identidad brutal de la saga mientras la expande hacia territorios de fluidez y dinamismo nunca antes alcanzados. Tras más de una década de ausencia, la serie se reinventa sin olvidar sus raíces: La dificultad desafiante, la coreografía letal y el dominio del acero como expresión artística.

Desde su primera secuencia, Ninja Gaiden 4 deja claro que su propósito no es apelar a la nostalgia, sino demostrar cómo un clásico puede evolucionar sin diluirse. Ambientado en una Tokio futurista corroída por corporaciones demoníacas, el juego introduce una narrativa más estructurada y cinematográfica, donde Hayabusa actúa como el último vínculo entre el mundo espiritual y la tecnología. La historia, aunque predecible en su núcleo, se beneficia del ritmo y la puesta en escena que PlatinumGames imprime: Cada misión se siente como un acto cuidadosamente orquestado, lleno de momentos visualmente deslumbrantes y pausas que dan peso a la violencia.

El combate es, sin duda, el corazón del juego y su mayor logro. Team NINJA conserva la exigencia milimétrica que ha definido la saga, pero Platinum aporta su toque característico de fluidez y reacción instantánea. El resultado es un sistema de pelea que premia tanto la agresión como la elegancia. Las katana vuelven a ser protagonistas, con un sistema de combos expandido que introduce posturas dinámicas, contraataques contextuales y habilidades que pueden enlazarse sin interrupción. Cada movimiento tiene peso, cada impacto se siente como una decisión consciente. Dominar la lectura del enemigo vuelve a ser la clave, y la curva de aprendizaje es implacable, pero nunca injusta.

Una de las mayores innovaciones está en la integración del “Ki Flow”, una mecánica que combina energía espiritual con la precisión del parry. Al sincronizar bloqueos y ataques en el instante exacto, Hayabusa canaliza la energía de sus oponentes, desatando técnicas espectaculares que recuerdan tanto al Bayonetta más estilizado como al Nioh más táctico. Este sistema eleva el ritmo del combate, haciendo que cada enfrentamiento sea una danza entre riesgo y recompensa. Los jefes, por su parte, son un despliegue de creatividad y brutalidad. Desde demonios biomecánicos hasta guerreros espectrales, cada uno ofrece un desafío técnico y estético memorable, coronando combates que exigen lectura, paciencia y reflejos de acero.

Visualmente, Ninja Gaiden 4 brilla gracias al motor Platinum Spark Engine, que combina iluminación volumétrica, reflejos realistas y animaciones fluidas con una estética cyber-ninja inconfundible. Los escenarios alternan entre ruinas neón y templos flotantes, entre realismo sucio y fantasía digital, configurando un mundo que parece respirarse entre el humo y el acero. En PS5, el juego corre a 120 cuadros por segundo con una estabilidad admirable, lo que potencia la precisión necesaria para su exigente sistema de combate.

El diseño sonoro refuerza cada impacto con una contundencia física: Los gritos cortados por la katana, los ecos metálicos del choque entre armas y una banda sonora que fusiona instrumentos tradicionales japoneses con sintetizadores modernos crean una atmósfera vibrante. Ryu Hayabusa, con la voz profunda de Hiroki Touchi, mantiene su misticismo y su estoicismo, recordando que la verdadera fuerza del ninja radica en el control absoluto del miedo.

En cuanto a contenido, Ninja Gaiden 4 ofrece una campaña de doce horas intensas, acompañadas de modos secundarios como Dojo Infinito, Cooperativo Online y Modo Maestro, donde la dificultad roza lo punitivo. También regresa el clásico sistema de puntuación por estilo, incentivando la perfección en cada batalla. PlatinumGames aporta un sistema de repetición cinematográfica, permitiendo analizar las peleas en cámara lenta y compartir secuencias editadas, una función ideal para la comunidad competitiva.

Sin embargo, no todo es perfecto. Algunos segmentos narrativos pierden ritmo debido al énfasis en la espectacularidad visual, y ciertas secciones de sigilo carecen de la profundidad del resto del juego. Aun así, estos deslices no empañan el conjunto: Ninja Gaiden 4 es una obra de precisión quirúrgica que entiende que la evolución no implica abandonar la esencia.

El legado de Ryu Hayabusa siempre ha sido el del guerrero que camina entre mundos: Entre lo humano y lo divino, entre el honor y la destrucción. En esta cuarta entrega, esa dualidad se traduce en el propio ADN del juego, donde la filosofía rigurosa de Team NINJA se entrelaza con la exuberancia expresiva de PlatinumGames. El resultado es un equilibrio casi imposible, un título que redefine el estándar del hack and slash moderno sin traicionar la herencia que lo hizo legendario.

The Review

9 Final
9 Others review
9
Historia
9
Combate
9
Mecánicas
9
Visual
9
Sonido
9
Campaña

¿En resumen?

Ninja Gaiden 4 no es solo un regreso; es una declaración de principios. Una lección sobre cómo el virtuosismo técnico y la visión artística pueden coexistir. Un recordatorio de que la maestría, como el filo de una katana, se perfecciona en el silencio y en la batalla. Ryu Hayabusa vuelve a empuñar su espada, y con ella, devuelve al género de acción el respeto y la intensidad que nunca debió perder.