La historia de Monster Harvest no tiene nada fuera de lo común. Comienzas en una granja donde de inmediato tienes la tarea de trabajar tus cosechas para obtener ganancias y eso está bien, hay mucho más en este tipo de juegos que sólo contar una historia alucinante. Aunque sí debo decir que en un principio me vi un poco perdida sobre qué hacer para ir avanzando en el juego, no tenía claro si pasar mi tiempo trabajando en mi granja, luchando o construyendo relaciones.

Eventualmente pude tomar el ritmo de las cosas y el progreso en el juego se tornó más satisfactorio, principalmente gracias a la interesante mecánica del juego de “plantar animales”. Dónde Pokémon te invita a salir y cazar tus criaturas, Monster Harvest espera que las hagas crecer tú mismo. Puede sonar enredado, pero es sólo cosa de plantar tu vegetal favorito y luego bañarlo en uno de los variados “slimes” que proveen diferentes bonus. El rojo hará crecer tu monstruo, el verde hará que tu jardín florezca y el azul te dará animales de granja. Por supuesto que hay muchas variantes para descubrir, pero la base de tu experiencia se resolverá en torno a lo que decidas hacer con tu slime.

El juego rápidamente se torna adictivo a medida que avanzas en los ciclos de plantar, cosechar y vender, mediante las batallas en turnos o simplemente paseando por el hermoso pueblo. Sin embargo, en estos primeros días, sufrimos una serie de dificultades técnicas y bugs, que estoy segura se irán resolviendo a medida que vayan saliendo parches desde su estreno.

Aún así, Monster Harvest es un juego entretenido y que logra su cometido. Quizás no es uno para consolas, sino más para PC, pero aún así se disfruta al máximo y entrega novedad a un género en el que quizás hace tiempo no veíamos algo nuevo. Una vez resueltas sus fallas en el inicio, será un juego que dará varias horas de diversión pura y dura.