El principal gancho de Fling to the Finish es que cada carrera enfrenta a por lo menos dos equipos de dos en una correría hasta la meta a lo largo de una miríada de ambientes, que van desde el patio de una escuela hasta casinos gigantes, pasando por campos de asteroides. El giro está en que hay incentivos que te harán querer llegar a la meta antes incluso que de tus mismos compañeros, quienes pueden estar jugando localmente contigo o en líne y están todos unidos por una especie de cuerda roja que puede romperse por causa de los oponentes o de accidentes, lo que te resetea hasta el último checkpoint.

Lo que hace a este juego uno excelente, es que los controles son simples y responsivos, con buenísimas medidas de balance para cuando llegues a las partes más difíciles. Cada nivel tiene mini juegos únicos, con los que sólo tiene que lidiar el equipo que va a la cabeza, dándole una oportunidad a los otros jugadores de recuperar la ventaja. Los power-ups son varios, con los que puedes convocar, por ejemplo, un enjambre de sopapos que pueden romper la cuerda de tu oponente. Hay también una serie de trampas específicas de cada nivel, muy al estilo de MotorStorm: Apocalypse. De esta forma, sin importar si tu equipo es un grupo de expertos o simplemente quieres distraerte, la diversión está asegurada. El balance entre el desafío y la satisfacción, es la clave de este juego, con el énfasis puesto en la entretención más al alcance de la mano para todos los modos.

Esta libertad de opciones se extiende también a los skins, los que vas ganando a medida que progresas en el juego, sin microtransacciones de por medio. Por el contrario, esta llegada a Steam viene acompañada de skins y pistas gratuitas junto al early access. 

Lo que más impresiona de Fling to the Finish es que balancea las locuras basadas en la física, su look caricaturesco y su adorable absurdo sin ser demasiado. Todo este conjunto hace de este juego uno imperdible y al que siempre es entretenido volver.