
La historia de cómo la NES salvó los videojuegos
Cualquier jugador en el mundo puede mirar el contorno de un control de NES y saber inmediatamente lo que es, a pesar del paso de los años. Esto es porque es uno de los íconos de los videojuegos más reconocibles de todos los tiempos.

Inicialmente lanzada en Estados Unidos en 1985, la NES llegó en plena crisis de los videojuegos, en donde muchas personas pensaron que los videojuegos eran solo una moda que pronto pasaría. Lo gracioso es que fue el mismísimo impacto de la NES a nivel mundial lo que evitó que se transformara en una moda pasajera y fue el inicio de la relación de varias generaciones con los videojuegos.
Con el inicio de los 90, la NES ya había vendido más unidades que cualquier otra consola jamás fabricada hasta entonces y todas las que siguieron, como la Super Nintendo, Sega Genesis y Playstation, cimentaron su éxito en el camino pavimentado por la humilde NES.
Es difícil hablar de la experiencia de jugar en una NES sin el manto de la nostalgia. Con toda honestidad, sí, los gráficos eran bastante rudimentarios, pero por sobre todo entretenidos. La adición de la pistola y el juego Duck Hunt entregaron horas de diversión a familias enteras.
Entre 1983 y 1985, una recesión a gran escala en la venta de videojuegos golpeó fuertemente a la industria, la cual recibió una caída de un 97% en sus ventas. Esta recesión, conocida como el crash de los videojuegos de 1983 fue causado por varios factores, entre ellos la sobreexplotación del mercado de las consolas, la fuerte competencia de los computadores, la inflación y la pérdida del control de publicación. Este crash no sólo eliminó a Atari, sino a la gran mayoría del mercado estadounidense. Con el tiempo, la dominación del mercado cambió de Estados Unidos a Japón. Nintendo comenzó a exportar sus productos a Estados Unidos, donde tenían sólo un competidor, Sega, otra empresa japonesa.
Desde Nintendo estaban determinados a no caer en los mismos errores que Atari, debido a las grandes cantidades de videojuegos que inundaron el mercado y fueron denominados como los peores de la historia, Nintendo decidió evitar esto permitiendo que sólo aquellos juegos que tuvieran su propio sello de calidad podrían ser vendidos para la NES.
En 1985 Nintendo decidió vender la Famicom en todo el mundo, con un diseño distinto y siendo denominada NES. Para asegurar que sólo juegos de la máxima calidad fueran creados por los desarrolladores externos, Nintendo limitó la cantidad de juegos que estas empresas podían lanzar al año. Konami, el primer desarrollador externo en hacer juegos para la NES creó la subsidiaria Ultra Games, con el fin de poder publicar más juegos en un sólo año para la consola. Otros desarrolladores utilizarían también esta táctica.
Todas estas medidas por parte de Nintendo sentaron las bases para el sistema de licencias de los videojuegos que utilizamos hoy, evitando así que volviera a producirse una crisis económica en la industria.
Para 1990, 30% de los hogares en Estados Unidos tenían una NES y la popularidad de la consola fue confirmada con juegos como The Legend of Zelda, Mega Man, Metroid y Final Fantasy. La NES logró demostrar que ya no era necesario ir a los salones de arcade para jugar juegos de calidad, ahora podías tenerlos en casa y esto dio paso a una nueva forma de experimentar los juegos.
No hay duda del impacto de esta consola y su importancia. Más allá de los números e influencia en la industria, la NES era simplemente pura diversión. Cuando funcionaba, funcionaba genial. Y cuando no, te podías sentir como todo un técnico soplando los cartuchos y apretando los botones de Reset y Encendido al mismo tiempo hasta que el título de tu juego aparecía en la pantalla.
Con números objetivos y nostalgia subjetiva, la NES es fácilmente una de las consolas más importantes jamás fabricada y es probablemente el motivo por el cual hoy tenemos una gigante industria de los videojuegos.