Tactics Ogre: Let Us Cling Together en SNES fue el segundo lanzamiento de esta serie y fue visto en gran medida como uno de los mejores SRPG jamás creados, pero nunca obtuvo el crédito que muchos creían que merecía. Ahora, casi 30 años después, Square Enix ha decidido darle otra oportunidad para encontrar una audiencia más amplia con Tactics Ogre: Reborn, una nueva versión del remake de PSP que hicieron hace aproximadamente una década. Aunque todavía muestra su edad de alguna manera, Tactics Ogre Reborn hace un gran trabajo al limpiar este clásico de SRPG y presentarlo a una nueva generación.

Tactics Ogre te coloca en el papel de Denam, un adolescente Walister que vive bajo el control del gobernante Galgastani a raíz de una guerra civil que tuvo lugar hace unas décadas. Cansado de vivir en la opresión, Denam obliga a su hermana y mejor amiga a unirse a la resistencia para derrocar al régimen gobernante. A medida que se unen más aliados y la resistencia se convierte en una guerra a gran escala, Denam se pone a prueba mientras navega por el panorama político y moral, a la vez que se mantiene fiel a sus ideales originales.

Es una historia apasionante y oscura en todo momento, aunque se siente un poco densa al principio. El mayor enfoque en las disputas políticas aquí es bienvenido, pero la falta de introducción a los principales nombres y eventos puede hacer que parezca que estás viendo Game of Thrones sin nada de contexto. Eventualmente, obtienes una idea de ello, pero inicialmente puede ser demasiado rastrear todas las relaciones y motivaciones que están sucediendo.

Una vez que te metes en él, hay mucha trama en la que sumergirte, especialmente dada la presencia de múltiples rutas y finales que dependen de las decisiones clave que hagas que Denam tome en ciertos puntos de la historia. Independiente de lo que elijas, los personajes importantes morirán o lo abandonarán, y si alguna vez sientes curiosidad por saber cómo podrían haber sido las cosas si hubieras elegido de otra manera, hay una función útil para retroceder en el tiempo a los puntos principales de la trama y jugar el otro sendero.

El gameplay en Tactics Ogre toma la forma de un juego de rol de estrategia isométrico estándar, en el que le das órdenes a un equipo de alrededor de una docena de guerreros para lograr la victoria sobre un equipo enemigo similar. Cada personaje tiene una pequeña colección de armas, habilidades, ataques, consumibles y magia a su disposición, y cada uno puede moverse una distancia corta cada turno y realizar (con algunas excepciones) una acción. Si alguien muere, generalmente tiene tres turnos para empujar a alguien hacia ellos para revivir; si no llegan a tiempo, la unidad incapacitada está muerta para siempre y se lleva todas tus horas de arduo trabajo e inversión con ellos.

En cuanto a su presentación gráfica, Tactics Ogre: Reborn es bastante decepcionante, especialmente cuando se compara con el uso continuo del HD-2D de Square. El trabajo de sprites aquí está bien, pero emplea ese filtro de suavizado de píxeles bruto que a las compañías de juegos modernas les encanta usar con sus relanzamientos de juegos antiguos. Por lo tanto, la mayoría de los sprites tienen curvas de formas extrañas y colores que tienden a juntarse como si se derramara agua sobre una pintura. Mientras tanto, los mapas tienen algunos mosaicos atractivos y detalles ambientales, pero no pasa mucho tiempo antes de que comiences a notar cuántos activos se están reutilizando. Las imágenes de Tactics Ogre son al menos aceptables, entonces, pero después de ver cómo se veía la hermosa nueva versión de Live A Live de Square hace solo unos meses, es difícil sentir que Tactics Ogre no fue engañado aquí.

Afortunadamente, el lado del audio de la presentación funcionó bastante bien esta vez. No solo se le ha dado un tratamiento orquestal a la banda sonora original, sino que todo el guión se ha arreglado con un elenco de voces completo. Aquí hay actuaciones de voz tanto en japonés como en inglés, y nos gustó especialmente la forma algo nostálgica en que se ejecutan. Ninguno de los actores es malo en sus papeles, pero solo hay un indicio de ese tipo de cursilería atemporal de la actuación de voz que estuvo presente en muchos juegos en los años 90.